Lic. Patricia Abdo Jimenéz

Cáncer de mama

  • cáncer de mama

El cáncer de mama es el que comienza en los tejidos mamarios y existen dos tipos principales:

  • El carcinoma ductal que comienza en los tubos (conductos) que llevan leche desde la mama hasta el pezón. La mayoría de los cánceres de mama son de este tipo.
  • El carcinoma lobulillar comienza en partes de las mamas, llamadas lobulillos, que producen leche.

En raras ocasiones, el cáncer de mama puede comenzar en otras áreas de la mama.

Existen varios factores de riesgo que predisponen a una mujer a desarrollar esta malignidad.

Antecedentes familiares de cáncer de mama multiplican el riesgo por dos o tres de desarrollar esta enfermedad. Algunas mutaciones, sobre todo en los genes BRCA1, BRCA2 y p53, se asocian a un riesgo muy elevado de ese tipo de cáncer. Sin embargo, esas mutaciones son raras y explican solo una pequeña parte de la carga total de cáncer mamario.

Exposición prolongada a los estrógenos. Las mujeres que iniciaron su menstruación a una edad temprana (antes de los 12 años), así como aquellas que tuvieron una menopausia tardía (después de los 55 años) tiene un riesgo mayo de cáncer de mama.

Consumo de alcohol. Beber 2 o más vasos o copas de vino al día aumentan el riesgo.

Consumo de tabaco. El cigarro aumenta la incidencia de padecer muchos tipos de cáncer, entre ellos el de mama.

 Embarazos tardíos. Las mujeres que nunca han tenido hijos o que los tuvieron después de los 30 años tienen un mayor riesgo de presentar cáncer de mama.

DES. Las mujeres que tomaron dietilestilbestrol (DES) para evitar abortos pueden tener un mayor riesgo de sufrir cáncer de mama después de los 40 años. Esta droga se le suministraba a las mujeres entre los años 1940 y 1960.

Hormonoterapia. Usted tiene mayor riesgo de cáncer de mama si ha recibido hormonoterapia con estrógenos durante algunos años o más. Esto son las píldoras anticonceptivas así como el tratamiento de remplazo hormonal para contrarestar los efectos de la menopausia.

Uso de antitranspirantes con aluminio: El aluminio es un metal pesado y como tal se acumula en los tejidos grasos del organismo, siendo el tejido mamario el lugar idóneo para su almacenamiento. Los metales pesado afectan la producción y división celular, además de ocasionar mutaciones en el ADN de las células. Una célula mutada es el orígen de todos los cánceres.

Obesidad y sobre peso. El exceso de grasa corporal favorece la acumulación y retención por parte del organismo de factores contaminantes ambientales. La grasa corporal es un almacén de toxinas. A mayor cantidad de esta, mayor será la contaminación del organismo. Además de que las funciones de los diferentes órganos, tejidos y células del cuerpo se ven entorpecidos cuando existen niveles altos de grasa corporal.

Falta de actividad física. El ejercicio activa la función de los diferentes órganos y sistemas del cuerpo, incluyendo el sistema inmunológico. El cual es de vital importancia para impedir el desarrollo de un cáncer. Además el ejercicio ayuda a que el organismo elimine toxinas y reduzca sus niveles de grasa corporal. La mujeres que no practican alguna actividad física tiene un riesgo de hasta el 50% de desarrollar esta malignidad.

Mala alimentación. Como siempre se ha sabido, somos lo que comemos. La alimentación es nutrición. En base a los nutreientes que le proporcionamos al organismo este llevará a cabo sus funciones metabólicas. La ausencia de nutreintes en la alimentación, así como la presencia de un sin fin de sustancias químicas, irreconocibles para el organismo, es una de las principales causas del desarrollo de cualquier tipo de cáncer. En lugar de proveerle al cuerpo la materia prima fundamental para que este trabaje de forma óptima, con cada bocado que tomamos de la "alimentación moderna" estamos atacándolo y desgastándolo de forma inútil. 

El 21% de  todas las muertes por cáncer de mama registradas en el mundo son atribuibles al consumo de alcohol, el sobrepeso, el cigarro, la obesidad, y la falta de actividad física. Y el 40% de los casos registrados tienen su orígen en las mismas causas.

Como podemos observar, nuestros hábitos pesan más que nuestra genética. El destino de nuestra salud, depende de lo que hagamos por ella.