Lic. Patricia Abdo Jimenéz

Diabetes Mellitus

  • Diabetes

La diabetes mellitus es un conjunto de trastornos metabólicos, que afecta a diferentes órganos y tejidos, siendo los más perjudicados ojos, riñones, nervios y vasos sanguíneos. Este padecimiento dura toda la vida y se caracteriza por un aumento de los niveles de glucosa en la sangre, conocido como hiperglucemia. Su causa está en la baja producción de la hormona insulina o en la resistencia celular a la insulina.

Para entender más este tema, hablaremos un poco del metabolismo de los azúcares.

La principal fuente de energía del organismo es la glucosa, ésta se obtiene a partir de los alimentos, principalmente de los carbohidratos también conocidos como azúcares. Los carbohidratos se encuentran en alimentos como las frutas, los cereales, la leche, azúcar de mesa, jarabes de alta fructuosa, almidones, féculas, entre otros. Estos, después de ser ingeridos y en el proceso digestivo, pasan al hígado donde serán convertidos en glucosa, para posteriormente pasar a la sangre y ser transportada a cada célula del cuerpo para que éstas la conviertan en energía. Sin embargo para que este proceso se lleve a cabo, se requiere la presencia de una hormona llamada insulina. Esta hormona es la encargada de transportar la glucosa a través del organismo. Cada célula de nuestro cuerpo tiene en su membrana áreas especializadas para recibir a la insulina y de esta manera permitir que la glucosa pueda entrar a la célula y ser utilizada como fuente de energía. Estas áreas se llaman receptores insulínicos. La insulina es una hormona secretada por el páncreas, este órgano libera a la sangre la misma cantidad de insulina que el hígado libera de glucosa. La insulina tiene una actividad en el organismo de 8 horas de acción. Cada vez que el hígado vuelve a liberar glucosa, el páncreas vuelve a liberar insulina.

Así pues, volviendo al tema de la diabetes mellitus, la OMS reconoce tres formas de esta enfermedad: tipo 1, tipo 2 y gestacional. Cada una con diferentes causas y con distinta incidencia.

Los síntomas más comunes de la diabetes son: emisión excesiva de orina, aumento anormal de la necesidad de comer, incremento de la sed y pérdida de peso sin razón aparente.

Diabetes mellitus tipo 1

También llamada Diabetes Insulino dependiente o Diabetes juvenil. Se caracteriza por presentarse en épocas tempranas de la vida, generalmente antes de los 30 años. Pero más frecuentemente en jóvenes y niños. En este tipo de enfermedad no se observa producción de insulina o su producción no satisface las necesidades del organismo. En este padecimiento el páncreas es el que está afectado. Sus causas pueden ser autoinmunes, por defectos congénitos, por tóxicos o a consecuencia de otras enfermedades.

Diabetes mellitus tipo 2

También llamada diabetes no insulinodependientediabetes del adulto. Este tipo de enfermedad es la que más casos presenta y su origen tiene una relación directa con los hábitos de vida que ha ido tomando la sociedad. En esta enfermedad sí hay producción de insulina, sin embargo el organismo no puede convertir la glucosa en energía, ya que las células no pueden captar la insulina por que los receptores insulínicos están dañados. Esto ocasiona que la glucosa no pueda entrar a la célula. Este daño de los receptores insulínicos se conoce como resistencia a la insulina y su consecuencia es que la glucosa se eleve en la sangre en niveles anormales. Por lo general, la diabetes tipo 2 se desarrolla lentamente con el tiempo por eso es más común en adultos, aunque también hay niños que la padecen. La mayoría de las personas con esta enfermedad tienen sobrepeso u obesidad en el momento del diagnóstico.

Este tipo de diabetes se desarrolla principalmente por malos hábitos alimenticios y por falta de actividad física. Y es que desafortunadamente en la actualidad un alto porcentaje de los alimentos que se consumen son carbohidratos refinados; esto quiere decir que son azúcares que han sido desprovistos de sus componentes naturales indispensables para su correcto metabolismo como es el caso de la fibra, volviéndolos sumamente peligrosos para la salud. La fibra es indispensable para hacer más lenta la absorción del azúcar en la sangre, esto es de suma importancia, ya que de acuerdo al nivel de glucosa que se eleve en la sangre, será la cantidad de insulina que el páncreas segregue. Niveles elevados constantes de insulina en la sangre ocasionan daño en los receptores de las células, originando esta resistencia a la insulina, conocida también como prediabetes.  

Diabetes mellitus gestacional

Aparece durante el embarazo en una de cada 10 mujeres. Puede ocasionar trastornos en la madre y fallecimiento del feto o macrosomía, que es cuando el bebr nace con un tamaño anormal grande. ocasionado por un exceso de glucosa. Los factores de riesgo para sufrir diabetes mellitus gestacional son: historia familiar de diabetes tipo II, alimentación alta en carbohidratos simples y refinados durante el embarazo, edad de la mujer ya que a mayor edad mayor riesgo, obesidad, antescedentes de diabetes gestacional en otro embarazo o haber tenido en un embarazo previo un niño con más de 4 kilos.

Independientemente del tipo de diabetes mellitus que se padezca, un mal nivel de azúcar en la sangre conduce a las siguientes padecimientos.

- angiopatía (daño de los vasos sanguíneos)

- neuropatía (daño de los nervios perifércios)

- retinopatía y ceguera parcial o total

- nefropatía e insuficiencia renal

- disfunción eréctil

- síndrome de hígado graso

- cardiopatía (daño en el corazón)

- hiperlipidemia

- hipertensión arterial

- dermopatía (daño en la piel)

Una vez diagnosticada la enfermedad, además de llevar un tratamiento nutricional y de aumentar el nivel de actividad física diario; deberán realizarse exámenes periódicos para monitorear el estado de los órganos y conocer el impacto que la hiperglucemia ha tenido en ellos.

Las personas diabéticas deben de eliminar por completo el consumo de carbohidratos refinados y de alimentos procesados. Pero además de eso deberán de elegir los carbohidratos que se absorben más lentamente en la sangre y que liberan la glucosa de manera gradual.

¿Y cómo saber cuáles son los más recomendados? Bueno, existe una tabla de medición de los azúcares llamada índice glucémico, que no es más que una forma de determinar la velocidad con la que un carbohidrato se convierte en glucosa en la sangre. La escala va del 0 – 100. Siendo el lugar número 100 ocupado por el carbohidrato de más rápida absorción, que no es más que la propia glucosa. El lugar número 0 está ocupado por las grasas, ya que estas jamás se convertirán en glucosa en la sangre. Cabe destacar que para que un alimento pueda ser clasificado dentro del índice glucémico, debe de contener carbohidratos. Así pues, se considera que los alimentos que ocupan los niveles del 1 – 35 son de bajo índice glucémico, 35 – 65 de mediano índice glucémico y del 65 al 100 de alto índice glucémico.

También es importante que las personas vigilen su peso corporal así como sus porcentajes de grasa, ya que el sobre peso y la obesidad incrementan el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y en las mujeres embarazadas diabetes gestacional. El exceso de grasa corporal vuelve a las células resistentes a la insulina pero además también afecta la producción de insulina por parte del páncreas. Esto se grava aún más cuando la mayor acumulación de grasa se encuentra a nivel del abdomen.

El ejercicio físico también es un factor decisivo tanto en el tratamiento como en la prevención de la diabetes. Ya que este vuelve más sensibles los tejidos a la insulina, logrando que haya una mejor captación de ésta. Se recomienda realizar un mínimo de 30 minutos diarios de actividad física de 3 - 5 veces por semana. 

Y recuerda que el mejor tratamiento es la prevención.

¡Aliméntate bien hoy y evitarás muchas enfermedades mañana!